Hay gente que vive de la música, que respira de la música, que hace música… yo disfruto la vida con la música
Pudo haber sido tan diferente, encerrada en una burbuja siguiendo los patrones de la sociedad, de la clase “nice-fresa” del DF. Pero me rehusé a seguir las expectativas de mi familia, buscaba algo más, algo que me llenara, que tuviera sustancia. No quería seguir siendo una simple chica de Tecamachalco escuchando a Luis Miguel y terminar casada con un burócrata político. Deje que la música me guiara, que mis pasiones y mis instintos me llevaran a encontrar lo que había estado buscando por años, todo eso que la música me había hecho soñar. Mr.R, como me gusta llamarlo, es mi música en la vida. No cabe duda que nuestra relación es diferente a la de cualquier pareja. Me encanta llegar a mi casa y ver a Mr.R metido en su música, preparándose e inspirándose para sus próximos proyectos; aunque se desvele hasta las cuatro de la mañana y no me deje dormir. Pero no importa, después me desquito y salgo de party con mis #amikas. Que esperaba Mr.R, me encanta la fiesta y no me voy a quedar encerrada mientras el compone. Después se queda esperándome impacientemente en la madrugada a que llegue. Siento que me dedica “Half full glass of wine” de Tame Impala. Su “revenge”, como dice esta canción, es convertirse en el machow gabachow. Así pasa cuando sucede en cualquier relación de pareja.
Simplemente eso no sucedía cuando estábamos saliendo, queríamos conocer todo de cada uno y con la música fue mucho más fácil.Nuestra primera conexión fue con “The Kings of Leon”, claro esta, que esto fue mucho antes de que se volvieran tan conocidos. Ahora el simple hecho de que todo el mundo los escucha y se hayan vuelto tan comerciales, hace que me dejen de gustar tanto (not really, ja). Después, el me fue enseñando grupos de rock y metal, que sinceramente antes ni les hubiera puesto atención como: Queens Of The Stone Age, Motörhead, Dan Auerbach de los Black Keys o Kid Cudi. Y por mi parte le mostré mi gran gusto por la música de los 80’s, que no se porque no le termina convenciendo tanto. Pero bueno… así somos, nuestras grandes diferencias unen a nuestras pequeñas coincidencias y por lo pronto la música en nuestras vidas nunca se acabará.♥
No todas las amas de casa son condechi 